Hoy marca el 6to aniversario del derrumbe del edificio Rana Plaza en Bangladés, en donde más de 1000 personas murieron y más de 2500 resultaron heridas mientras estaban trabajando en un fábrica de textiles bajo condiciones inhumanas. Una mayoría abrumadora de las víctimas eran mujeres. El Rana Plaza es el desastre más mortífero en la historia de la industria de la confección de todo el mundo.
Al continuar con nuestras celebraciones del Día de la Tierra esta semana y al planear nuestras acciones del 1º de Mayo, es importante que no solamente recordemos el desastre de Rana Plaza, sino que también debemos usar estas oportunidades públicas para hacer evidentes las intersecciones de los sistemas de opresión en contra de los cuales estamos luchando: el capitalismo neoliberal y el patriarcado. Estos sistemas oprimen a las mujeres y a las personas de color globalmente y exacerban el cambio climático. El desastre de la Rana Plaza es también un ejemplo de cómo la fuerza laboral de las mujeres no es simplemente desvalorizada, sino que también es un componente explotado y asumido de la economía dominante y sin visibilidad alguna. Cuando los desastres como el de Rana Plaza fuerzan al mundo a ver la economía del trabajo reproductivo y la explotación extrema de este sector laboral, los gobiernos neoliberales, el capitalismo y los medios de comunicación dominantes entierran estas historias y esperan que las olvidemos y continuemos consumiendo productos y explotando a esta masiva fuerza laboral.
Al continuar nuestras luchas por salarios justos con los que se pueda vivir, es importante que recordemos a la fuerza laboral que con frecuencia es olvidada y no vista: a lxs trabajadorxs agrícolas, a lxs trabajadorxs domésticxs, a lxs proveedorxs de cuidado infantil, a lxs asistentes de cuidado domiciliario, a la fuerza laboral en las prisiones y al trabajo reproductivo que es necesario para la vida, pero que no es considerado como parte de la fuerza laboral. Este trabajo a menudo tiene un componente de género y relegado a las mujeres. Este trabajo es crucial para la supervivencia de la economía dominante visible. El hecho de que esta fuerza laboral sea no remunerada, o bajamente remunerada en el capitalismo, contribuye a su invisibilidad. La lucha por salarios justos y por trabajos dignos son luchas del feminismo popular.
Como capítulo en EEUU del movimiento de acción feminista global, la Marcha Mundial de Mujeres, compartimos el espíritu de esta declaración que denuncia las políticas neoliberales que valoran el lucro por encima de las personas y el planeta, que fue lo que contribuyó a este desastre…
“Denunciamos a los gobiernos y a la extrema derecha en sus alianzas con las corporaciones transnacionales que, de forma continua, imponen políticas de austeridad que se sostienen sobre el trabajo de las mujeres para amortiguar los efectos de la reducción de salarios y la falta de inversiones públicas en derechos y servicios públicos. Dichas políticas derivan en una mayor pobreza y la precarización de la vida de la clase trabajadora, más violencia contra las mujeres y un aumento del racismo y de la xenofobia…
Reafirmamos que el trabajo de las mujeres cuenta y es parte integral y fundamental del sistema que genera y sostiene la vida en armonía con la naturaleza.” Lean la declaración completa AQUÍ.
En honor de aquellxs que realizan trabajo reproductivo y en honor de todas las mujeres que el capitalismo quiere que olvidemos…¡recordamos a Plaza Rana y seguiremos con la lucha hasta que todxs seamos libres!