De américa del sur participan 34 mujeres provenientes de Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela. Están presentes compañeras de organizaciones aliadas como REDES y la CSA (Uruguay), Amigos de la Tierra y Alba Movimientos (Argentina) y La Confluencia de Mujeres para la Acción Pública (Colombia). Uno de los objetivos de la Escuela Feminista Berta Cáceres es estrechar vínculos de trabajo y lucha con organizaciones con las que compartimos territorios y principios de acción. La incorporación de organizaciones aliadas es vital para hacer el feminismo y sus propuestas transversales en todo el movimiento popular continental es así, que celebramos contar en la Escuela Feminista con 28 compañeras de alianzas. Natalia Carrau de REDES (Uruguay) nos deja claro en su presentación que estamos muy cerca de lograr este objetivo en la escuela: “trabajo en temas de justicia económica y hace unos años comenzamos a incorporar la perspectiva de género en el análisis… vemos fundamental fortalecer el análisis estructural y transversal que aporta la mirada feminista en todo el trabajo que hacemos. Por otro lado, a nivel nacional nos integramos recientemente a una articulación política de organizaciones que trabajan contra las formas de violencia contra las mujeres y disidencias del sistema patriarcal y machista, para nuestra organización resulta fundamental hacer un aporte a esa construcción que sea formado, reflexivo y que incorpore el análisis de la MMM”. Brasil, diversidad regional Brasil han priorizado la diversidad regional, la delegación brasilera está compuesta por mujeres de los estados de Tocantins, Minas Gerais, Rio Grande do Sul, Pernambuco, Maranhão y Distrito Federal, compañeras de la Marcha que integran las luchas locales del movimiento feminista, luchas estudiantiles, ecológicas, sindicales y antirracistas. Para una de las participantes, Carolina Azevedo, la experiencia de la Escuela ha sido importante porque permite "retomar debates que forjan nuestro feminismo y, al mismo tiempo, profundizar más y más, especialmente en el debate de la economía, de las crisis climáticas, los territorios y la violencia, debates tan preciados para nosotras, feministas anticapitalistas, antirracistas y anticoloniales en esta coyuntura". Ella también señala que la Escuela es un espacio fructífero para "compartir conocimientos con mujeres feministas de diversos países de las Américas". La Escuela es, para las compañeras de Brasil, un espacio de profundización de la formación política para la militancia, para ampliar las reflexiones continentales en el país y fortalecer las acciones y formulaciones a nivel nacional. Venezuela, Continuar la resistencia y Re existencia. La delegación venezolana hace especial énfasis en lo rico que ha sido la escuela para crear y reforzar vínculos desde el intercambio de experiencias con otras organizaciones de la MMM Américas y aliadas. Todas concuerdan que en el intercambio y la reflexión se construye un movimiento fuerte que comparte maneras de hacer y al mismo tiempo fortalece identidad y pertenencia al movimiento. Para Laura Cano, de la colectiva Tinta Violeta “lo más importante de este proceso formativo ha sido la interconexión sororal, espiritual, de saberes y luchas contra el patriarcado y el capitalismo en su etapa neoliberal. Sin dejar de mencionar las místicas, que realizamos en las sesiones de la Escuela Feminista Berta Cáceres, porque son éstas las que nos retornan a la palabra original, nos regresan a la raíz, nos reconectan con las que ya no están, para así continuar en resistencia y re-existencia.” Por su parte Yoseglis Cabrera, militante de Calistenia Cultural, le da mucho gusto poder vincularse con hermanas feministas de otros países, desde la sororidad y las luchas que nos encuentran a todas. “Más allá del programa de la formación, lo más interesante de la Escuela es conocer las realidades de otras compas, cómo han unificado fuerzas y cómo les ha costado construir sus feminismos. Cuando estamos en las dinámicas grupales, podemos conocernos, interactuar y conectarnos a partir de los propios procesos históricos de cada país”, resaltó Yoseglis. Belén Navarro, argentina residenciada en Venezuela y perteneciente a la Colectiva Las Yerbateras, subraya que la Escuela Feminista Berta Cáceres es un lugar para adquirir nuevos conocimientos sobre los feminismos Americanos, especialmente en lo que respecta a la economía feminista. Ella, nos comenta que “las feministas venezolanas pueden aportar desde su experiencia de resistencia y ofensiva ante los poderes hegemónicos que sostienen el patriarcado”.