Desde hace unos años la Marcha Mundial de las Mujeres Américas se ha planteado reforzar la participación de organizaciones del caribe, iniciativa que ha liderado la Coord. Nacional de Cuba y que ha encontrado en la Escuela feminista Berta Cáceres un espacio para concretar el fortalecimiento de articulaciones y la incorporación de nuevas Coordinaciones. Con la presencia de 11 compañeras provenientes de las Coordinaciones Nacionales (CN) de Cuba y Rep. Dominicana y de organizaciones aliadas de Puerto Rico, Haití, y Martinica el caribe se hace visible y trae a la escuela reflexiones que abren aún más el horizonte de lucha de la MMM Américas.
Puerto Rico Feminista
Gema Adrover, trabaja en el Centro de Apoyo Mutuo de Utuado, coordinando el eje Semillera Campesina, es parte del espacio de producción agrícola Proyecto GuayabaCherry y colabora con el espacio Taller Libertá, espacio de arte y teatro popular. Sobre la situación de Pto Rico y sus expectativas de desarrollo a partir de la escuela Gema nos comparte:
“Nuestra nación es una cautiva por el imperialismo y el colonialismo, que es muy transversal en nuestra consciencia colectiva, ambos males están estrechamente vinculados al patriarcado y al capitalismo, nuestra lucha es intensa, especialmente para las mujeres que vivimos en el campo, en donde nuestras voces deben ser aún más altas para dejarnos sentir. La trayectoria ha sido compleja, pues el patriarcado y su violencia lastima indiscriminadamente, incluso en las organizaciones y procesos agroecológicos, nuestras experiencias como mujeres militantes del campo en muchos espacios ha sido fuerte, en especial porque se invisibiliza el trabajo de las mujeres, porque la mayoría del apoyo es para proyectos de machos, esto es igual a la hora de las vocerías y referencias de liderato en las coordinaciones... … nuestra participación en la Escuela Berta Cáceres nos provee herramientas concretas y análisis colectivos muy necesarios, en donde vislumbramos organizar iniciativas de formación feminista desde mi organización y espacios aliados, en donde comenzamos a conversar con las compañeras la necesidad de hacer encuentros de mujeres del campo, para a través de la vivencia colectiva, el diálogo de saberes y nuestras experiencias, fortalecernos y retroalimentarnos para encontrar soluciones que adelanten la lucha del Feminismo Popular Campesino y el fin del patriarcado/colonialismo.” Estelí Capote Maldonado se define como una Feminista en construcción quien junto a su organización el Frente Socialista Movimiento 20.9 hacen parte de la articulación aliada Alba Movimientos, ella nos comparte “Las luchas feministas en Puerto Rico tienen una larga historia y trayectoria. Nacen de los pueblos taíno, Arauca y Caribe quienes habitaban este archipiélago. Participar de la escuela Feminista para nosotras las boricuas significa compartir experiencias de lucha, las ganadas y las perdidas, porque se aprende de todas. Además, representa una reivindicación de nuestra identidad latinoamericana y caribeña, nuestro norte es el SUR. Somos parte de Nuestra América por que naturalmente pertenecemos y por convicción ideológicamente. Esperamos obtener de este taller relaciones oficiales con todas las compas de países y organizaciones participantes para desarrollar estructuras comunes y formales de comunicación y de apoyo mutuo. ¡Que viva la hermandad entre las mujeres del mundo! ¡Que viva Nuestra América FEMINISTA!”
Cuba Diálogo permanente entre teoría y práctica.
Cuba participa con compañeras de tres organizaciones que hacen parte de la Marcha Mundial de las Mujeres en la isla caribeña, la Revista Muchachas, el grupo de investigación Galfisa (Grupo América Latina, filosofía social y axiología) y de la Red Feminista Berta Cáceres. La revista Muchachas, según nos puntualiza Lirians Gordillo Piña “apuesta por una perspectiva feminista socialista e interseccional y esa apuesta no se nos queda solo en el trabajo periodístico; pasa primero por nuestra deconstrucción como mujeres y sujetas políticas y también pasa por la concepción del trabajo que queremos hacer. Las adolescencias y juventudes cubanas son nuestra audiencia meta, por eso a los trabajos periodísticos y la presencia en las redes sociales, sumamos talleres presenciales y online, porque somos conscientes de la importancia del diálogo directo y la comunicación horizontal como impulsoras de la transformación.” Lirians forma parte del equipo editorial de Muchachas y para ella la Escuela feminista Berta Cáceres “aporta una visión amplia y relacionar de los sistemas de opresión; nos ha puesto a dialogar, ofrece recursos creativos, dinámicas de trabajo, maneras de hacer que para nosotras son muy útiles”. Otra de lasdelegada es Gabriela Orihuela es una joven periodista graduada en 2021 centrando su trabajo en la creación de textos que presentan un enfoque interseccional; en el estudio de temas relacionados con feminismos negros, con violencia, con patriarcado y con la sociedad en general. Actualmente es parte del equipo de Muchachas desde donde, según sus palabras, realiza una militancia activa dentro del feminismo. Mirell Pérez González, investigadora y feminista de Galfisa forma parte de La Red Feminista Berta Cáceres, un lugar de encuentro para reivindicar las luchas de las mujeres cubanas, latinoamericanas y caribeñas, por la sostenibilidad de la vida humana y natural. Mirell nos comparte algunas ideas y sentimientos que nacen de su participación en la Escuela: “En los tiempos que corren hemos tenido que ser creativas y sumarnos a la virtualidad con propuestas atractivas, didácticas, que reinventen nuestras metodologías de formación, acompañamiento y participación. Para este reto que nos coloca en la perspectiva de hacer un activismo digital feminista comprometido, responsable y colectivo la Escuela Feminista Regional Berta Cáceres constituye una herramienta vivencial y práctica de formación de capacidades… La escuela ha logrado colocar y posicionar la historia de las resistencias de las mujeres, el diálogo permanente que debe existir entre la teoría y la práctica. No nos coloca ante verdades acabadas ni únicas, es precisamente en el debate, donde construimos y profundizamos. Nuestras prácticas cotidianas le dan sentido a nuestra lucha. Son estas prácticas las que tejen nuestra memoria histórica y colectiva, las que dan cuenta del camino recorrido, de los procesos de transformación de los que somos parte y de los desafíos que persisten en nuestro andar. Por otra parte, creo son tiempos de sentirnos acompañadas y cada vez más juntas.”
Martinica: Luchas que convocan
Por Martinica participa Rose Bonheur de la asociación feminista Culture Egalité. Rose es sindicalista activa desde la juventud y a lo largo de su vida se ha sumado a asociaciones feministas. Culture Egalité tiene 10 años y actualmente cuenta con unos sesenta miembros, Rose comparte que Egalité “año tras año ha ganado fuerza, convicción por todas las luchas que lidera: defensa de los derechos de la mujer, y formación en escuelas y empresas. Desde hace tiempo, Culture Egalité apuesta decididamente por el ecofeminismo. En Martinica las tierras se encuentran envenenadas por la clordecona - pesticida utilizado durante más de 20 años- centramos nuestras luchas en el reconocimiento de los efectos de este producto en la salud de las y los martiniquenses y su reparación.” Con la intensión de conocer otras mujeres y sus luchas del caribe y américas Rose se suma a la Escuela feminista Berta Cáceres y nos comparte “Pero conocí más que eso y los intercambios muestran cómo todas estamos comprometidas en las mismas luchas, incluso si las estrategias de resistencia u organización política de nuestros países son muy diferentes. La tierra, nuestra tierra, debilitada, explotada requiere que nuestros gritos, nuestras luchas sean unánimes y es esta solidaridad la que quisiera construir con todas ustedes. Otra lucha nos debe llevar a colaborar para ser escuchadas por los líderes de nuestros países... es la acogida a migrantes. Es inconcebible la humillación y violencia administrativa que, por ejemplo, sufren hermanos y hermanas de Haití que se refugian en Martinica, y a quienes se les niegan sistemáticamente las solicitudes de asilo.”