El camino por la igualdad, la equidad y la justicia social no resulta sencillo; la resistencia al cambio, los estereotipos y roles de género, el desconocimiento, las llamadas “tradiciones culturales”, los micromachismos, el machismo y el patriarcado ponderan frenos. Cada pueblo ha de luchar desde sus trincheras y posiciones; aunque la unidad ha de prevalecer, cada territorio ostenta una nueva forma de conquistar. Cuba no queda exenta de la violencia de género y del arduo camino a recorrer. Los años 2021 y 2022 fueron momentos claves para el país latinoamericano y, este 2023, también está siendo volcánico. La Agencia Cubana de Noticias comentó que, en estos momentos, elPrograma nacional para el adelanto de las mujeres (PAM) es «considerado la piedra angular en el desarrollo de políticas a favor de las mujeres cubanas, cuyo objetivo general es promover el avance de las cubanas y la igualdad de derechos y oportunidades refrendados en la Constitución de la República de Cuba». Teresa Amarelle Boué, secretaria general de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC), expuso que «este Programa resume, en medidas y acciones, el sentir de la voluntad política del Estado cubano sobre los temas de igualdad de género, la eliminación de estereotipos y legitima una práctica que en Cuba se ha venido haciendo desde el triunfo de la Revolución, en aras de darle el protagonismo que siempre ha tenido la mujer en la sociedad. «También constituye un mecanismo imprescindible para promover la igualdad de género, además de ser una hoja de ruta para la institucionalización de las políticas públicas en nuestro país, y estar en correspondencia con la Constitución de la República, los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda 2030, unido a la Plataforma de Beijing». La intención y los objetivos trazados por nuestro estado han quedado plasmados en laEstrategia Integral de Prevención y Atención a la Violencia de Género y en el Escenario Familiar. Dicho documento «coloca a Cuba en una posición no solamente legal de avance, sino en un punto de partida hacia un mejor camino en una cultura de derecho y en una cultura de género», arguyó el Servicio de Noticias de la Mujer Latinoamericana y el Caribe (SEMLAC). A su vez, afirmó que la estrategia, aprobada mediante el acuerdo 9231 del Consejo de Ministros y publicada el 9 de diciembre de 2021 en la Gaceta Oficial de la República, «traza acciones para atender y prevenir este flagelo desde todos los ámbitos». Los puntos determinados en la Estrategia abarcan desde lo nacional hasta lo local-comunitario y contemplan un enfoque multisectorial, interseccional e interinstitucional que aborda no solo la atención de la violencia una vez ocurrida, sino también su prevención. A dos años de la aprobación de ambos cuerpos legales, podría ser el momento idóneo para que nos interroguemos sobre su efectividad y/o eficacia: ¿los textos son conocidos por todas las cubanas y los cubanos?, ¿han sido herramientas útiles en la toma de conciencia, en el acceso a la justicia o en la resolución de conflictos?, ¿se han desarrollado acciones que responden a cada uno de los objetivos planteados? Pareciera que la batalla ha comenzado a ganarse; sin embargo, debemos reconocer que nos encontramos en un punto fuerte, sensible y decisivo. Contamos con grandes fortalezas, no obstante, no son pocos los desafíos que tenemos. En su artículo “Apuntes sobre familia, violencia de género y derecho en los espacios cubanos contemporáneos”, la vicepresidenta de la Unión Nacional de Juristas, Yamila González Ferrer señaló entre estos desafíos, «la necesidad de la actualización y el perfeccionamiento de las normas jurídicas vigentes; la superación profesional de los/las juristas: sensibilización y capacitación en los temas de género, igualdad, diversidad, masculinidades, prevención de la violencia; la necesidad de sensibilización y capacitación del personal directivo; el incremento de la cultura jurídica de la población». Fue el 27 de septiembre del 2022 cuando el país amaneció con la excelente noticia de la aprobación de un código de los afectos, que se sustenta en el amor, en la paridad: elCódigo de las Familias ampliaba el horizonte del estado y reforzaba otros derechos innegables. Ana María Álvarez-Tabío Albo, profesora titular de la Facultad de Derecho de la Universidad de La Habana, reconoció que todas las formas de violencia «tienen que tener un reconocimiento expreso, una identificación absolutamente intencionada en el Código de las Familias». González Ferrer comentó que el Código incorpora un título contra todas las expresiones de discriminación y violencia que puedan ocurrir al interior de las familias. Asimismo, manifestó la importancia de analizar el alcance que posee, pues se refieren a las violencias basadas en género, dentro de las cuales las principales víctimas son las mujeres; así como las que se dan contra niñas, niños, adolescentes, adultos mayores y personas en situación de discapacidad. La periodista, Ania Terrero Trinquete, expresaba en su columna “Letras de género” que la aprobación del Código de las Familias en septiembre y la puesta en vigor del nuevo Código Penal en diciembre «fortalecieron, sin dudas, el muro legislativo que se construye en el país contra la violencia de género. A esas normas jurídicas le seguirán ahora otras esenciales como la de Salud Pública —todavía en espera de debate y aplicación—, prevista para consulta especializada y aprobación durante el primer semestre de este año, por solo poner un ejemplo». En el nuevo Código Penal se imponen los temas asociados a la violencia de género. «Desde que se promulgó el Decreto Presidencial correspondiente al Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres, implementamos en la Fiscalía el protocolo de actuación hacia hechos de violencia, incluso estamos revisando nuestros procedimientos. «En 2022, en los delitos conocidos por los tribunales en que aconteció la muerte intencional de mujeres se constató que en 18 procesos existía violencia por razón de género o familiar; el rango mayoritario de edades de las víctimas oscila entre los 20 y 44 años y, en cuanto al color de la piel, el 70% son personas blancas», señaló la página del tribunal. En mayo de 2023, el Tribunal Supremo impuso la condena de privación perpetua de libertad para dos individuos que cometieron femicidio. La sentencia reafirma el compromiso de las instituciones cubanas por hacer cumplir las leyes dictadas. Por la relevancia de la estadística y la necesidad de visibilizar qué sucede con las niñas, adolescentes y mujeres cubanas el 8 de junio del presente año, se presentó Observatorio de Cuba sobre Igualdad de Género (OCIG), por primera vez la Isla caribeña cuenta con una herramienta que recopila, procesa y muestra indicadores e información oficial sobre la igualdad de género en distintos ámbitos sociales. «La herramienta online, que hasta el momento tendrá una actualización anual, fue diseñada por la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) y el Centro de Estudios de la Mujer de la FMC y publicará análisis y datos sobre empoderamiento económico de las mujeres, medios de comunicación, educación, prevención y trabajo social, acceso a la toma de decisiones, legislación y derecho, marco normativo y sistemas de protección contra todas las formas de discriminación y violencia, salud sexual y reproductiva, entre otros», informó la revistaMujeres. En el mes de julio, en la Asamblea Nacional del Poder Popular, Cuba debatió sobre la nueva política integral dirigida a la niñez, las adolescencias y las juventudes que, según María Isabel Domínguez García, coordinadora del Grupo de Estudios sobre Juventudes en el Centro de Investigaciones Psicológicas y Sociológicas, se destaca por ser «participativa, inclusiva y articulada; que transversaliza derechos, concibe a las generaciones jóvenes como actores estratégicos del desarrollo y destaca aquellas áreas que requieren mayor apoyo y trabajo conjunto de todos los sectores que contribuyen al mejoramiento de su calidad de vida».