Este 8 de marzo en Chile se retomó con las antiguas dinámicas de movilización a que nos habíamos habituado las mujeres desde que se inició la ola feminista en Chile antes de la pandemia y que producto de las medidas sanitarias nos confinó por más de dos años a cuidarnos y permanecer en casa, pero no en silencio. Este año, nuevamente las movilizaciones fueron masivas, y por sobre todo festivas un nuevo escenario político se vislumbra ante un gobierno que se declara feminista y que al menos en su conformación ministerial está compuesto mayoritariamente por mujeres jóvenes que indican los cambios generacionales que tanta falta le hacen al país. |
En esta fecha que marca un hito histórico para las mujeres del mundo, de Latinoamérica y del país nosotras la Marcha Mundial de las Mujeres –Chile nos hemos reunido y convocado para realizar acciones conjuntas con las mujeres campesinas, rurales e indígenas que realizaron una caravana desde Petorca hacia Santiago, para denunciar la escases del agua en la región y para decir que el problema que aqueja a esos pueblos y localidades no es sequía es saqueo. La iniciativa de una organización campesina integrante de la CLOC, partió muy temprano en la mañana y tuvo la participación del Movimiento por el Agua- MAT, de ANAMURI, de organizaciones de la Salud y grupos locales de las disidencias: Un grupo de mujeres sahumadoras recibió la caravana frente al Ministerio de Agricultura después del mediodía, dando un sentido místico a la actividad, luego se realizó una performance a cargo de las mujeres disidentes, que refleja el sufrimiento de las familias ante la sequía y la muerte de sus animales que integran las economías campesinas en la región. Finalizando el acto se leyó la Declaración con los puntos básicos que sustentan un petitorio de las organizaciones rurales, campesinas e indígenas y que finalizó con la frase - nos quieren secar la vida, pero somos caudal que libera- .
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