Seguimos en Marcha, fortalecidas por la memoria viva de Nalu Faria y la fuerza feminista que transforma el mundo
Por Karina Morais y Ana Carolina Azevedo
Brasil participó en el 13º Encuentro Internacional de la Marcha Mundial de las Mujeres en Ankara, Turquía, con una delegación de dos militantes de diferentes regiones del país. En cada encuentro, la Marcha Mundial refuerza su carácter internacionalista, conectando experiencias y definiendo acciones colectivas para hacer frente a los desafíos de las mujeres en todo el mundo. Los encuentros son momentos para acumular nuestras síntesis políticas y experiencias feministas para pensar agendas globales. Es en esos espacios se articulan las estrategias de lucha y organización y, también, se definen las Acciones Internacionales que conforman la agenda del movimiento. La próxima agenda internacional del movimiento tendrá lugar en 2025, con la 6ª Acción Internacional de la MMM, que marcará el regreso de nuestras acciones masivas en las calles tras la pandemia de Covid-19. El 13º Encuentro Internacional se celebró bajo el lema "¡Fuerza feminista para transformar el mundo!", robusteciendo el potencial transformador e irreverente de las mujeres. Con esta fuerza se celebró también la memoria y el legado de Nalu Faria, nuestra compañera fallecida pocos días antes del inicio del encuentro. Referencia inspiradora en la construcción del feminismo en las Américas y en el mundo, Nalu dejó semillas y frutos necesarios para la continuidad de la lucha feminista socialista. Las delegadas debatieron tanto los retos como las experiencias organizativas concretas de las mujeres en sus países y territorios, sentando las bases para una actualización colectiva del debate político, con vistas a garantizar la cohesión del movimiento. Durante esos días, el trabajo se basó en las cuatro áreas de acción sintetizadas en el Plan Estratégico de la MMM:
Defensa de los bienes comunes frente a las empresas transnacionales;
Paz y desmilitarización;
Economía feminista con base en la sostenibilidad de la vida y la soberanía alimentaria, en la construcción del buen vivir como alternativa;
Autonomía sobre nuestros cuerpos y sexualidad.
A partir de esos ejes, se enumeraron temas centrales que deben orientar las formulaciones y contenidos de la acción en todos los territorios, tales como: guerras y desmilitarización; fronteras y migraciones forzadas; soberanía popular (alimentaria, comunicacional, tecnológica, energética), basada en la autodeterminación de los pueblos; defensa de nuestros cuerpos y territorios; mercantilización y financiarización de la vida; cambios geopolíticos y crisis climática; violencia sexista y feminicidio; economía feminista como respuesta al modelo capitalista, entre otros. También se enfatizó la importancia de las alianzas para articular e implementar estrategias de lucha, tanto a nivel local como global. En este sentido, el encuentro contó con la participación de movimientos aliados como La Vía Campesina y Amigos de la Tierra, que refrendaron su apoyo a la MMM, dándose cuenta de la importancia del movimiento feminista internacionalista y de nuestra dimensión anticapitalista en este proceso. En el ejercicio de construcción de síntesis colectivas, cabe mencionar algunas de las directrices que deben guiar la acción del movimiento en todos los países y territorios:
Reanudar/fortalecer la formación feminista (a partir de la experiencia de las Escuelas de Formación Feminista, especialmente de Berta Cáceres);
Fortalecimiento de la Comunicación Popular Feminista como estrategia política. Destacan Capire, herramienta que se revela como una experiencia exitosa en la implementación de la estrategia, y el Boletín MMM Américas, referencia de comunicación interna de la organización;
Construir/fortalecer la batucada feminista en los territorios, entendiéndola como una potencial herramienta de movilización y también de comunicación y expresión de nuestra identidad y política en las calles;
Profundizar en el debate sobre la Economía Feminista como alternativa necesaria al modelo capitalista;
Reafirmar la MMM como un movimiento popular, cuya expresión está sobre todo en las calles, y que somos feminista, socialista, anticapitalista, antiimperialista, anticolonialista, antipatriarcal, antirracista y anti-LGTBfóbico.
Otro punto del orden del día fue la composición del Comité Internacional (CI), que posee la importante tarea de garantizar la cohesión política en el diálogo con las Coordinaciones Nacionales de la MMM. El CI está compuesto por dos integrantes titulares y una suplente de cada región, a excepción de África y Asia-Oceanía, que este año han visto incrementado el número de un(a) integrante titular en cada región. En el caso de las Américas, se nombraron las siguientes representantes: Alejandra Laprea (Venezuela) y Norma Cacho (México) como titulares y Cony Oviedo (Paraguay) como suplente. Desde la perspectiva de articulación para la 6ª Acción Internacional de la Marcha Mundial de las Mujeres, se definieron procesos que buscan garantizar una construcción permanente de las mujeres, conectadas local e internacionalmente. Las ideas centrales planteadas en sesiones plenarias entre las delegaciones de los 65 países y territorios, pasan por construir una nueva Carta de las Mujeres para la Humanidad —20 años después de la primera Carta (2005)—; construir un cancionero internacional que aglutine nuestra música en los idiomas oficiales de la MMM; crear murales que marquen las resistencias y confrontaciones de las mujeres en sus territorios (aquí, la idea es que esto se haga a través de intervenciones en muros reales en las calles, demostrando la rebeldía feminista en la lucha contra las fronteras); y finalmente, cuando todas se reúnan de nuevo, construir un gran mosaico que represente estas experiencias. A partir de ese acumulado y de un importante ejercicio de construcción de consenso, las mujeres de la MMM definieron también el lema que guiará la 6ª Acción Internacional: "Seguiremos en marcha contra las guerras y el capital, por la soberanía popular y el buen vivir". Como en años anteriores, la Acción comenzará el 8 de marzo, Día Internacional de Lucha de las Mujeres, y terminará el 17 de octubre, Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, con local a definir. Los días 11 y 12 de noviembre, la Marcha Mundial de las Mujeres, en Brasil, realizó un encuentro nacional en el que fue posible compartir los debates del 13º Encuentro Internacional, así como discutir formas de fortalecimiento de la MMM en el país como movimiento popular internacional. Se trata de recuperar la memoria del movimiento, elaborar síntesis capaces de movilizar y dialogar con el conjunto de las mujeres y avanzar en nuestras formulaciones de forma colectiva, proactiva y solidaria. La profundización del neoliberalismo, la mercantilización y financiarización de la vida nos desafía, sobre todo, a fortalecer nuestras alianzas políticas y experiencias en la construcción de la unidad. Ejemplo de ello son las alianzas latinoamericanas, que incluyen los Movimientos del ALBA y la Jornada Continental por la Democracia y contra el Neoliberalismo, así como la Asamblea Internacional de los Pueblos (AIP), que a nivel global puede ser una de nuestras principales acciones en la lucha por la integración y organización de los pueblos. Es en este sentido que vemos el potencial en la construcción de una nueva Carta de las Mujeres para la Humanidad como fruto de la 6ª Acción Internacional: un documento conjunto que sea capaz de mapear los desafíos y experiencias de las mujeres de todo el mundo en una situación diferente a la de hace dos décadas, que fortalezca la visión política del movimiento allí donde se organice, y que nos permita profundizar en las lecturas y en la construcción de alternativas junto a nuestras organizaciones socias. La expectativa es que la 6ª Acción Internacional impulse movilizaciones masivas en las calles, que se han visto imposibilitadas por el contexto de pandemia y que, sumado al auge del ultra conservadurismo, ha empeorado la vida de las mujeres y dificultado nuestra organización. Es importante que, en todos los países, esta agenda se entienda no como un acontecimiento, sino como un proceso de organización y movilización social. Con esto en mente, fortalecidas por los encuentros, los intercambios, la memoria y la fuerza feminista que transforma el mundo, corresponde, ahora, a la Secretaría y al Comité Internacional articular la implementación de estas propuestas con las Coordinaciones Nacionales y continuar en constante movimiento y en Marcha ¡hasta que todas seamos libres!