Voces Feministas por la Unidad Latinoamericana: Jornada de Integración de los Pueblos en Foz de Iguazú
Luego de varios años de pandemia y la imposibilidad que traía consigo el encuentro presencial, la Jornada de Integración Latinoamericana y Caribeña de los Pueblos, fue ese reencuentro entre organizaciones, movimientos sociales, sindicatos, estudiantes, instituciones que buscan la construcción de la integración y unidad social y política que apunte a una vida digna, libre de opresiones y violencias contra los pueblos. La Marcha Mundial de las Mujeres Américas tuvo una participación activa en la construcción política del espacio, estuvieron presentes 100 militantes de Brasil, Chile, Perú, Guatemala y Paraguay. La Jornada de Integración Latinoamericana y Caribeña de los Pueblos se desarrolló durante dos días en la ciudad de Foz do Iguazú, reunió a más de 4,000 de 20 países. Las militantes de la Marcha Mundial de las Mujeres marcaron la impronta feminista popular e internacionalista en la mística con la batucada, en los distintos espacios de debate y mesas de trabajo llevando los ejes de lucha del movimiento, que se vieron reflejados en la declaración final, la Carta a los Pueblos y la sistematización de las reflexiones colectivas. Otro de los momentos centrales fue el homenaje realizado a Nalú Farias, una de las militantes más comprometidas de la Marcha Mundial de las Mujeres que dedicó su vida a la construcción de la integración y la unidad internacionalista desde el feminismo popular y de clase. El homenaje fue un momento emotivo en el que las militantes del movimiento compartieron palabras y agitaron con la batucada recordándola. La Carta a los Pueblos por la Integración de América Latina y el Caribe: Las organizaciones presentes aprobaron esta carta, que resume las discusiones y propone acciones para avanzar en la integración de los pueblos de la región. Se abordaron temas como la unidad frente a la amenaza de la extrema derecha y la solidaridad con las Revoluciones en Cuba y Venezuela. Así también denunciaron la Dominación Colonial y Solidaridad con Haití: La jornada condenó la dominación colonial sobre Haití y expresó solidaridad con su pueblo. La primera mesa central de Jornada contó con la participación de Bernadete Monteiro, miembra de la coordinación de la Marcha Mundial de las Mujeres de Brasil, quien habló sobre la grave crisis del capitalismo, el rol de las mujeres en las luchas y la unidad de los pueblos. En el tejido cotidiano de la vida, las mujeres enfrentan una crisis multifacética. Desde la crisis de cuidados hasta la escasez de alimentos, estas dificultades se manifiestan en los hogares y los servicios de salud. Permíteme explorar algunos aspectos clave, dijo Bernardete La Pandemia y el Lucro sobre la Vida:
La pandemia ha revelado cómo las corporaciones priorizan el lucro por encima de la vida. Las decisiones económicas a menudo se toman a expensas de la salud y el bienestar de las personas.
La lucha por la supervivencia se ha intensificado, y las mujeres, en particular, han estado en la primera línea de esta batalla.
El Auge de la Derecha y la Resistencia:
En la última década, hemos sido testigos del crecimiento de la derecha en diferentes partes del mundo. En Brasil, la experiencia con el bolsonarismo ha sido especialmente dura.
Sin embargo, la derrota del bolsonarismo no es solo un evento político; está arraigada en la vida cotidiana de las personas. La resistencia persiste.
El Centro de los Capitalistas: Recuperar el Lucro:
Los intereses capitalistas se centran en recuperar las ganancias. Cuando sienten que no están ganando lo suficiente, buscan estrategias para maximizar sus beneficios.
Esta búsqueda de lucro a menudo se traduce en desafíos para las comunidades, especialmente para las mujeres.
Las Mujeres como Protagonistas de Luchas:
En América y en todo el mundo, las mujeres han asumido roles protagónicos en diversas luchas.
Estas luchas abarcan desde la defensa de los bienes comunes hasta la lucha contra la violencia y la legalización del derecho al aborto.
Construyendo Unidad y Reconociendo Diferencias:
La unidad es esencial para enfrentar estos desafíos. Sin embargo, no debemos ignorar las diferencias dentro de la diversidad.
Reconocer los aportes teóricos de las luchas y construir una agenda de lucha permanente son pasos cruciales hacia un cambio significativo.
En las mesas de trabajo desarrolladas las militantes de la Marcha Mundial de las Mujeres tuvieron un rol protagónico abordando temas como Soberanía Alimentaria y Agroecología como modelo de producción y de vida ante la barbarie del capitalismo extractivista, la batalla de las ideas en el contexto de avanzada de los discursos antiderechos en toda la región persiguiendo nuevamente a las mujeres feministas, a la comunidad LGBTIQ, defensoras y defensores de DD.HH. Así también, se señaló en varias mesas la importancia fundamental y aporte político de las mujeres en el trabajo, ya sea el trabajo reproductivo o productivo que son elementos clave a la hora de hablar de la disputa contra el imperialismo, ofreciendo la economía feminista como una alternativa que poner en el centro la vida. Además, se ha enfatizado reiteradamente en la urgencia de una integración transformadora entre los diversos sectores y la solidaridad con el pueblo Palestino, exigiendo cese al fuego y la reconstrucción soberana y solidaria de Palestina.
Aprendizajes y desafíos Los dos días de encuentro han sido un espacio de conversaciones, reflexiones y de propuesta activa para pensar en una agenda en común desde las organizaciones, movimientos, sindicatos e instituciones que buscan alcanzar una vida digna, libre de opresiones y violencias para los pueblos de Latinoamérica y Caribe. Corina Muñoz de la coordinación de la MMM Chile y Liz Medrano militante de la MMM Perú Macronorte, reflexionaron y analizaron lo que significó la Jornada, ambas coincidieron en que se trata de un reencuentro post pandemia y la necesidad de seguir profundizando en cómo sostener la integración con una agenda en común entre los pueblos. “Este ejercicio de dialogar, de encontrarse y conocer otras organizaciones y movimientos de por sí ya es un aprendizaje, entonces valoramos mucho el conocer en primera persona por ejemplo de cómo se encuentra la situación de los países, hemos aprendido también las estrategias que han implementado estas organizaciones y movimientos para resistir los embates del avance de la derecha, la estrategia que han tenido las organizaciones también para seguir resistiendo pero también para generar avances o generar alternativas también de lo que ha sufrido. Siempre es bueno reencontrarse, después de la pandemia faltaba un encuentro así que permitiera mirarse nuevamente y que también permitiera, que también permite dar estimulación y fuerza a cada compañero, a cada organización y cada movimiento que participó de la Jornada de Integración, creo que eso es lo que rescatamos a rasgos generales”, expresaba Corina. Por otra parte, Liz trae uno de los puntos que marcó este reencuentro entre los pueblos, la mística de la lucha y la solidaridad internacionalista entre y con los pueblos de Palestina, Cuba, Venezuela y Haití. “Los aprendizajes que nos deja esta Jornada es la potencia, la necesidad, la recuperación de la mística y de la solidaridad internacionalista, los pueblos que hemos estado presentes reconocemos cuáles son las crisis que estamos viviendo a causa del neoliberalismo y este capitalismo perverso. También tenemos la capacidad de reconocer cuando un pueblo y un territorio, necesita que acuerpemos en la lucha, necesita que lo mencionemos, que lo hablemos, que lo denunciemos para que el silencio nunca sea cómplice. Pienso que esta potencia es muy importante y vital para denunciar los genocidios y hablar de lo que se tiene que hablar”, reflexionaba. Toda organización tiene desafíos y en el caso de la Jornada de Integración hablamos de diversidad, durante dos días se propusieron alternativas a ser pensadas y trabajadas para una agenda común. Cada delegación volvió a su país con la certeza de que la única forma de hacer frente al avance de la ultraderecha es la integridad, la unidad, la solidaridad y una puesta común traducida en una agenda común. Para Corina, el desafío es pensar cómo profundizar y sostener esta instancia de articulación, cómo se sostiene en el tiempo y de qué manera, siendo un punto clave en que deben pensar las organizaciones. “ Es un desafío importante para nosotras, que lo venimos trabajando en las Américas, estar siempre activas a lo que está pasando, a las diversas mujeres, diversas organizaciones que están sufriendo de la manera más cruel el avance del neoliberalismo y el capitalismo. También un desafío es desde nosotras, feministas, cómo vamos complejizando estos espacios con nuestra mirada, con nuestra forma de hacer política. Se percibió muy claramente nuestra participación que estuvo presente en lo logístico, pero también en lo político que vio la declaración final, en las distintas mesas y eso es un desafío permanente de mantenerse ahí en ese espacio”, indicó. Liz enfatizó en la importancia de la Carta de los Pueblos, teniendo como acciones los encuentros que permitirían lograr la unidad en las luchas de los pueblos y a partir de allí la integración con las reivindicaciones históricas. “Una verdadera unidad que nos pueda hacer pensar en este nuevo imaginario social, imaginario de vida comunitaria y popular. Pienso que eso también va a permitir tener la construcción de una agenda común, si bien es algo que como Marcha Mundial de las Mujeres se viene haciendo de manera histórica, es importante que otros movimientos, otros sindicatos que integramos esta gran unidad de esta Patria Grande de la que tanto se habla. También pienso que hay un desafío no solamente cuando hablamos de luchas y de reivindicaciones sino también de convivencia, de agenda, de propuestas, de construcción de iniciativas, de formas de organización y repensar de la mayor complejidad que se habla”, señalaba. El feminismo y la economía feminista son herramientas poderosas para forjar una perspectiva de integración y unidad entre los pueblos. Durante la Jornada la voz feminista de la MMM Américas se hizo presente destacando la importancia de la unidad y la resistencia en la búsqueda de una América Latina y un Caribe más justos e integrados. Las mujeres y sus luchas son parte fundamental de este proceso como sujetos politicos que traen a la lucha alternativas como la economía feminista, la soberanía alimentaria y la agroecología, la solidaridad internacionalista y la importancia de reconocer el valor del trabajo reproductivo y productivo como ejes centrales y desde una mirada feminista popular. Para saber más te invitamos a visitar: Feminismo, ambientalismo e integración regional: entrevistas en la Jornada de Foz
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