Brasil: Más de 1000 mujeres en su 3er Encuentro Nacional "Nalu Faria"
Diez años después de su último encuentro nacional, la Marcha Mundial de las Mujeres de Brasil realizó su 3º Encuentro Nacional «Nalu Faria» en Natal, Rio Grande do Norte, entre los días 6 y 9 de julio. El primer encuentro tuvo lugar en 2006 y el segundo en 2013, en el marco del 9º Encuentro Internacional del movimiento, cuando Brasil fue sede del Secretariado Internacional. El nombre del III Encuentro trae a la memoria el recuerdo siempre vivo de Nalu Faria, nuestra compañera de SOF e histórica activista feminista en Brasil y el mundo. El legado de Nalu estuvo presente de principio a fin del encuentro, inspirando a todas las presentes a seguir construyendo un feminismo antipatriarcal, anticapitalista y antirracista. Sus enseñanzas cobraron protagonismo durante las actividades del encuentro. Nalu siempre hizo hincapié en que sólo habrá una verdadera revolución en la vida de las mujeres si ocurre para todas, sin dejar a ninguna mujer atrás. El encuentro reunió a 1.200 mujeres de 23 estados brasileños. También estuvieron presentes la coordinadora internacional de MMM, Yildiz Temürtürkan, y Pinar Yüksek, miembro del Secretariado Internacional en Turquía, la venezolana Alejandra Laprea, del Comité Internacional en representación de la región de las Américas, así como participantes de movimientos sociales aliados. A la ceremonia pública de innauguración asistieron 46 organizaciones y movimientos del ámbito feminista y popular. La fuerza de esta diversidad se describe en la declaración final del encuentro: «Las mujeres organizadas en el feminismo popular somos la tormenta del patriarcado. Somos mujeres trabajadoras del campo y de la ciudad, negras, diversas en nuestras sexualidades, lesbianas y bisexuales, jóvenes, transexuales, quilombolas e indígenas, mujeres sindicalistas y de la economía solidaria, ancianas y mujeres con discapacidad», conformando “un feminismo en el que cabemos todas”. A lo largo de los cuatro días del encuentro, se realizaron numerosas actividades para profundizar y actualizar los debates internos sobre las líneas de acción del MMM, la situación actual, sus desafíos, y las propuestas del feminismo popular. Todas estas discusiones fortalecerán al movimiento para sus próximas acciones, incluyendo la preparación de la 6ª Acción Internacional del MMM, que tendrá lugar en 2025. Estamos en un momento de retroceso de derechos y de fortalecimiento del conservadurismo internacional. Como dice la declaración del encuentro, «los ataques a las mujeres no son una cortina de humo: el conservadurismo forma parte del neoliberalismo y es central en las acciones de la extrema derecha». El encuentro jugó un papel fundamental en el fortalecimiento de nuestros análisis antisistémicos y nuestro proceso de auto-organización para inspirar la construcción de luchas y una agenda política para el próximo período. El penúltimo día del encuentro, el 8 de julio, las mujeres salieron a las calles con fuerza feminista, desafío e irreverencia en una manifestación en el centro de Natal con el lema: «Feminismo es revolución: por la soberanía popular y de nuestros cuerpos». El acto público se construyó en alianza con otras organizaciones populares, como el Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), la Central Única de Trabajadores (CUT), la Confederación Nacional de Trabajadores Agrícolas (Contag) y la Central de Movimientos Populares (CMP) y el Movimiento de Mujeres Trabajadoras Rurales del Nordeste (MMTR-NE). Más de mil manifestantes recorrieron las calles de la capital, tocando tambores, cantando, portando pancartas y banderas, exigiendo la transformación del mundo y de la vida de las mujeres con la fuerza del feminismo popular.
Un proceso de movilización nacional El proceso de preparación del encuentro implicó mucha planificación, movilización y organización, que fructificó en la calidez y receptividad con que las marchantes de Rio Grande do Norte y el Centro Feminista 8 de Março (CF8) recibieron a las más de 1.000 mujeres en la capital de Rio Grande do Norte. Fueron necesarios meses de coordinación con comités, centros y grupos de trabajo estatales y nacionales para garantizar toda la infraestructura, con sus necesidades logísticas de alojamiento, transporte y alimentación. También es importante destacar el trabajo de más de un centenar de mujeres que forman parte de cooperativas y se dedican a la producción de alimentos. Los retos de este proceso, que se ha desarrollado en tiempos difíciles, también deben hacerse visibles: desde abril, por ejemplo, las mujeres de Rio Grande do Sul se enfrentan a la catástrofe climática de las lluvias e inundaciones que han afectado al 97% de los municipios del estado. La situación ha puesto de manifiesto el racismo y la injusticia medioambiental, el machismo y el patriarcado, y ha exigido mucha autoorganización popular para mantener la vida y convertir la solidaridad en acción. Una de las reflexiones centrales de los debates de la reunión, suscitada por el intercambio de experiencias de superación en cada territorio, es que la crisis del capital no significa que esté terminando. Se están utilizando viejas y nuevas estrategias para reforzar la explotación del capital. Lo que ellos llaman recursos naturales, por ejemplo, nosotros lo llamamos bienes comunes. Brasil exporta recursos que son cada vez más explotados para mantener la tasa de ganancia. La concepción capitalista del «progreso» busca acercarnos a un grupo de países influyentes, pero nosotros no queremos formar parte de este orden capitalista; queremos construir otra sociedad, capaz de poner la vida en el centro. Las periferias también son utilizadas para la explotación, formando parte de la misma lógica de violencia y precarización de la vida. En este sentido, la Marcha Mundial de las Mujeres reafirmó su compromiso con la lucha contra las guerras, por la desmilitarización y la paz, tanto en las favelas brasileñas como en Palestina y otros países y territorios agredidos por el imperialismo. Los temas que atraviesan el debate sobre la apropiación de los territorios están directamente ligados a la crítica a la apropiación y mercantilización de los cuerpos de las mujeres, de los pueblos negros e indígenas, de las personas LGBTI, de las personas con discapacidad y de la clase trabajadora. La explotación del trabajo y la naturaleza, las industrias farmacéuticas, de belleza y las empresas transnacionales creadoras de agrotóxicos tienen un profundo impacto en diversas dimensiones de la vida de las personas y sus comunidades.
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En este sentido, las luchas de las mujeres lesbianas, bisexuales y transexuales también emergieron como un debate fundamental en el encuentro para el avance de las políticas feministas y el desmantelamiento del patriarcado. Las compañeras fortalecieron su articulación y presentaron propuestas y demandas de las mujeres LBT en torno a la sexualidad, la salud integral, la autonomía económica y el derecho a vivir una vida libre de violencia. Fue notable el debate sobre las grandes corporaciones mediáticas como importantes actores e instrumento de odio y mantenimiento del conservadurismo en el marco del capitalismo patriarcal racista. La cooptación del tiempo y la subjetividad de las personas y de la naturaleza a través de las redes sociales y la multiplicidad de plataformas también refuerza estos discursos y narrativas. Tras un año y medio del retorno de un gobierno popular, se valora que la vía electoral por sí sola no es suficiente. Es necesario seguir construyendo la autoorganización, «en las calles, redes y campos», como dice el MMM, con organizaciones de base y alianzas políticas entre movimientos populares para fortalecer una agenda dirigida a las mujeres y a la clase trabajadora. A pesar de la reanudación de algunos de los programas y políticas públicas desmantelados em el bolsonarismo, los bajos límites presupuestarios impiden transformaciones más profundas en la vida de las mujeres. Los compromisos políticos firmados por el MMM a través de la Declaración Nacional del III Encuentro Nacional «Nalu Faria» apuntan a un futuro de mucha resistencia y esperanza: «Como movimiento popular, hemos asumido el reto de poner un pie en cada municipio, aldea, comunidad y asentamiento. Y organizar un movimiento masivo de mujeres para que el feminismo sea un lugar de cuidados, afectos y, sobre todo, de lucha.» Declaración del Encuentro en español.AQUI
¡Resistimos para vivir, marchamos para transformar! We resist to live, we march to transform! Nous résistons pour vivre, nous marchons pour transformer ! Resistimos para viver, marchamos para transformar!